Seguro que has escuchado hablar de Scrivener.
De hecho, es probable que estés aquí porque un día decidiste descargarte la prueba gratuita y te sentiste más perdido que un niño huérfano la mañana de navidad.
Es normal.
Como todas las herramientas que dan grandes resultados, Scrivener necesita un elevado período de adaptación.
Y aunque en este post no te vamos a explicar el paso a paso —estamos negociando con una profesora para un curso completo—, sí que te vamos a dar más de un motivo para seguir probando.
¿Qué es Scrivener?
Por si acaso te acabas de caer de un guindo y jamás has escuchado hablar de Scrivener, mejor comencemos por el principio.
Scrivener es un programa creado para escritores por escritores.
Es decir, que se trata de una plataforma que ha nacido de las necesidades de escritores de ficción como tú que estaban buscando un ecosistema que lo abarcara todo.
Para ello cuenta con una interfaz más o menos intuitiva —que al principio puede ser un muro para más de un escritor— que tiene solo una meta: focalizarte en el texto que tienes delante.
Con todo lo que implica.
Al final, lo que esta herramienta quiere es que puedas centralizar todo el proceso de escritura en un mismo lugar y que no necesites de otras aplicaciones o materiales para completarlo.
¿Por qué debería escoger Scrivener para escribir mis libros?
Si has llegado hasta aquí después de probar por primera vez Scrivener estarás buscando algo que te haga volver.
Si te digo la verdad, a mí me pasó lo mismo.
Creo que nadie siente amor a primera vista por Scrivener y todas las opciones que te lanza a la cara.
Cuando un escritor abre por primera vez esta herramienta, lo más habitual es que sólo haya hecho sus pinitos con Google Docs o Microsoft Word.
Dos herramientas muy sencilla donde parece que tu único objetivo es escribir y ya está.
Pero a diferencia de ellas, Scrivener te muestra una serie de opciones de lo más particulares.
Las características que convierten a Scrivener en algo especial
- Permite estructurar tus escritos en archivos y carpetas.
- Permite crear fichas de personaje, ubicación, escena…
- Permite reordenar esos archivos o carpetas igual que lo harías en tu ordenador (Finder en Mac, el Explorador en Windows).
- Permite incluir documentación de cualquier tipo.
- Permite ver las ideas ordenadas en un corcho.
- Permite escribir tarjetas resumen de cada escena.
- Permite ver las estadísticas de esas escenas de varias formas.
- Permite analizar cómo escribes (densidad de adverbios, adjetivos, repeticiones de palabras…).
- Permite olvidarte del formato de texto. En Scrivener escribes en un tipo de letra, con un tamaño determinado, y publicas un PDF o un ePub con otro tipo diferente en un solo clic.
- Permite crear libros electrónicos en cualquier formato.
- Permite maquetar libros en papel y generar cualquier archivo a partir de tus proyectos (PDF, docx, RTF…)
¡Toma nota! Las ventajas apabullantes de Scrivener
- Organiza todo tu caos. La gran ventaja de Scrivener es que te permite tener en un sólo programa toda la información que necesitas. De esta manera podrás ponerle foco a tu tarea de escribir sin tener que mirar en ningún lugar más.
- Barras de progreso. Como si se tratara de un videojuego, podrás ponerte retos diarios. De esa manera, podrás picarte a diario de manera visual para cumplir tu objetivo.
- Corregir nunca fue tan fácil. Scrivener te pone muy fácil la tarea de corrección con todas sus opciones.
- Autoguardado. Si sigues trabajando en Word, sabrás que no hay nada peor que ese momento en el que el programa se bloquea. Scrivener cuenta con un autoguardado.
¿Para quién es Scrivener?
Cualquier persona que necesite escribir y organizar texto es un usuario potencial de Scrivener.
Desde escritores profesionales, pasando por aficionados, hasta académicos, estudiantes, periodistas, traductores…
Incluso sirve para escribir un diario personal.
La frontera de para qué o para quién sirve Scrivener solo la puede poner uno mismo.